EL DÍA EN EL QUE EL GENERAL JARJAYES ACEPTA LA RELACIÓN ENTRE ANDRÉ Y OSCAR
Este es un momento que - si bien se desarrolla de manera muy rápida como escena - es de gran trascendencia, sobre todo en la vida de André.
Recordemos un poco el pasado: El general Jarjayes había tomado conocimiento de los sentimientos de André hacia su hija Oscar el día en que estaba a punto de acabar con la vida de ella por traición al rey. Es en ese momento en el que - en una intensa discusión entre los hombres más importantes en la vida de Oscar - André le revela sus sentimientos.
La primera reacción del padre de Oscar fue una mezcla de sorpresa y enojo. De sorpresa porque André había crecido al lado de Oscar y se esperaría que, en todo caso, tuvieran una relación similar a la de dos hermanos, y de enojo porque el general no entendía como André había ignorado la diferencia de clases entre ambos para atreverse a albergar esos sentimientos hacia su hija: la heredera de la familia Jarjayes, una familia de gran linaje y tradición.
Habían pasado ya algunos días desde ese evento y tanto André como Oscar habían continuado con sus vidas en la Guardia Nacional. El general Jarjayes no había vuelto a tocar ese tema con ninguno de los dos. André soñaba con el día en el cual las diferencias de clases sociales quedaran de lado: “libertad, igualdad y fraternidad” eran los ideales del pueblo y que él compartía, no solo para que Francia tuviese un mejor porvenir para todos, sino también para que desaparezcan las diferencias de clases sociales que lo alejaban de la mujer que amaba.
A André no le importaba que Oscar fuera la heredera del Conde Jarjayes, no le importaba su fortuna, su título ni sus propiedades. Para André, Oscar era simplemente Oscar, su mejor amiga de la infancia, la persona con la que había compartido casi todos los días de su vida desde que tenía uso de razón y la mujer por la que daba la vida.
Después de que el general Jarjayes le reclamara a André el atreverse a pensar en Oscar de esa manera, es muy probable que André se haya quedado con una gran tristeza en el corazón. Recordemos que tanto André como el general habían desarrollado una relación de mucha confianza a lo largo de los años...Muchas veces, André era el puente que el conde Jarjayes utilizaba para llegar a Oscar, ya que sabía perfectamente que ella siempre lo escuchaba. André siempre le había demostrado al general ser una persona inteligente, educada, leal y con gran criterio. Si bien Oscar tenía muchas cualidades, algunas veces se dejaba llevar por sus impulsos, pero ahí siempre estaba André que era la voz de la razón y que la contenía. El general era consciente de que Oscar necesitaba a alguien como André a su lado y fue por eso que él mismo decidió que fuese precisamente André quien la acompañara.
Por otra parte, el general Jarjayes también era consciente de que la vida de Oscar no había sido la vida ordinaria de una mujer de la nobleza. Oscar ya le había comentado a su padre acerca de su sufrimiento luego de enamorarse, adicional a esto, Oscar había rechazado la propuesta de matrimonio de Gerodelle y, no obstante, también había rechazado a todos sus posibles pretendientes de Versalles. El general quería que su hija fuese feliz ¿Importaba tanto la diferencia de clases ante tales circunstancias? ¿Acaso André no era un hombre lo suficientemente digno para entregarle a su hija, más allá de su posición social? La respuesta caía por su propio peso. El general Jarjayes era consciente de que si él aún tenía a su hija con vida era gracias a ese hombre, un hombre al que no le había importado perder la vista de uno de sus ojos por ir a rescatarla, un hombre dispuesto a dejar una vida cómoda en la mansión para enlistarse en la Guardia Nacional por ella, un hombre que amaba tanto a su hija que estaba dispuesto a morir con ella. ¿Qué más podría querer un padre para su hija?
Oscar y André habían regresado a la mansión, y estando ahí recibieron la noticia de que serían enviados a París con la Compañía B de la Guardia Nacional. El general era consciente de que las cosas podrían ponerse realmente difíciles y que tanto la vida de Oscar como la vida de André corrían un enorme peligro. Después de toda una vida de aprecio mutuo, el general Jarjayes no podía dejar que André se quedara con un rechazo de su parte en el corazón, por lo que se dirige a las caballerizas donde André preparaba los caballos para partir.
“André: Los caballos están listos, partiremos cuanto antes.” (André se da cuenta que no era Oscar quien había llegado a su encuentro sino el general Jarjayes) “Señor, lo siento. Lo confundí.”
“General Jarjayes: André ...”
“André: Si..”
“General Jarjayes: Oí que irán mañana a París.”
“André: Si..”
“General Jarjayes: Mañana, o tal vez pasado mañana, yo también seré enviado. Podría ser que nunca nos volviéramos a ver de nuevo.... Solo quiero decirte una cosa: Si hubieras sido un noble, definitivamente hubiera permitido que te casaras con Oscar. ¡Aún así, tienes mi bendición de todo corazón!......” (luego toma a André por los hombros como lo haría un padre con su hijo).. “¡No mueras André! ¡Prométeme que regresarás!”
“André: (muy feliz) ¡Por supuesto Señor!.”
La cara de André es de una felicidad indescriptible. El General Jarjayes no solo le da la bendición para que esté con su hija, sino que también le expresa el profundo cariño que le tiene, pidiéndole de todo corazón que regrese con vida al hogar que siempre fue su casa.
En ese momento, Oscar llegaba a las caballerizas y alcanza a escuchar las palabras de su padre, pero ellos no notan su presencia.
Oscar retrocede y se esconde… no quiere interrumpir un momento tan privado o al parecer no quiere decirle adiós a su padre, pero seguramente esas palabras de aceptación hacia André también significaron mucho para ella.
Ay! André! 🌹🌹🌹🌹
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