EL AFECTO ENTRE MARIA ANTONIETA Y OSCAR



Entre Maria Antonieta y Oscar existía un cariño verdaderamente genuino y este fue casi desde el primer momento en el caso de María Antonieta. No era para menos: el día en que se conocieron, Oscar le salvó la vida enfrentándose sola a varios sicarios que se habían propuesto acabar con la vida de la futura Reina de Francia.


Con el tiempo, Maria Antonieta también fue ganándose el afecto de Oscar con su personalidad sincera y juguetona. Oscar sentía hacia María Antonieta ternura y compasión, y siempre trató de comprenderla. Ella sabía que María Antonieta estaba muy sola: había sido separada de su familia, entorno y costumbres a muy temprana edad. Adicionalmente a esto, había sido obligada a contraer matrimonio y a obedecer las reglas de la corte francesa. Oscar, dentro de todo, era afortunada. Si bien había sido obligada a convertirse en Guardia Real en un primer momento, desempeñaba su trabajo con gran pasión, estaba cerca de su familia, tenía a su nana y también tenía a André, su amigo y compañero de toda la vida. En una ocasión, Fersen le había preguntado a Oscar si no se sentía sola, a lo que ella respondió “Nunca me he sentido sola”. Y era cierto. No era ese el caso de María Antonieta, quien buscaba llenar esa soledad de formas equivocadas.


¿Oscar pudo influir en Maria Antonieta para que reinara Francia de una mejor manera? Definitivamente, pero Oscar era la Comandante de la Guardia Real. Su objetivo era la protección de los reyes, aunque, en muchas ocasiones, si le expresó su posición a la reina y le hizo notar los errores que cometía. María Antonieta confiaba en Oscar y la respetaba. También la escuchaba.... pero no lo suficiente.


Oscar notaba que el comportamiento de María Antonieta podría traer consecuencias, pero su empatía hacia ella la hacía pasar por alto sus defectos. Oscar la veía como un ser humano deseoso de comportarse como tal, aunque eso significara que descuidara sus obligaciones como reina. También la entendió cuando se involucró con Fersen. Oscar justificó a la reina en muchas cosas, excepto al final....a puertas de la revolución....pero esto merece ser analizado con mayor profundidad y en otra ocasión.


María Antonieta le demostró a Oscar su lealtad de muchas maneras... siempre la colocó en un lugar especial y la defendió de gente poderosa. Por otra parte, Oscar protegió a Maria Antonieta de los peligros con gran convicción y siempre estuvo a su disposición cuando la necesitaba. 


La reina confiaba en Oscar: le encomendó a su hijo enfermo y desahuciado para que cumpliera su deseo de pasear a caballo, un deseo que probablemente fue el último de su vida. También le confió su amor por Fersen, entre todas las amigas que tenía, solo con ella fue capaz de enviarle un mensaje a su amado Fersen.


Sin embargo, en todo este marco de cariño genuino, Oscar estuvo a punto de fallar: al pensar en Fersen como hombre, ¿estaba siendo desleal a la reina?.... es cuestionable: cuándo Oscar comenzó a pensar más firmemente en Fersen habían pasado ya 7 años desde que la Reina y el Conde habían puesto distancia de por medio y se habían separado, sin embargo, Oscar sabía que ella no lo había olvidado. A su vez, la reina estaba casada y Fersen era un hombre soltero que también tenia derecho a ser feliz..... 

Al final, Oscar solo llego a fantasear con la posibilidad de estar con Fersen, así que se podría decir que la traicionó solo con el pensamiento.


María Antonieta y Oscar terminaron en bandos opuestos debido a sus convicciones y creencias, pero siempre se mantuvo ese lazo inquebrantable de afecto genuino y verdadero...


Existe mucho más que decir acerca de la relación entre estas dos mujeres y de como su relación se entremezcla con el devenir de la Revolución Francesa. Por ahora, me quedo con la imagen de estas dos amigas cuyo destino se unió y se separó en un contexto lleno de diferencias sociales e injusticias.




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