UN DESGARRADOR MOMENTO PARA MARIA ANTONIETA
El catolicismo era la religión oficial de la Francia de la época en la que se gestó esta historia y era la religión que practicaban Oscar, André, María Antonieta y Fersen.
Hay varios momentos en los que Oscar le pide a Dios su ayuda: por ejemplo cuando reza por Gilbert, un niño de Arras que cayó enfermo y cuya vida se encontraba en peligro, y en otro momento, cuando le pide a Dios por Fersen, para que él pueda conocer un amor que no le represente sufrimiento. En otro momento, Oscar le reclama al Duque de Germain atribuirse las funciones de Dios por dispararle a un niño que le había robado por hambre.
André, por otra parte, también manifestó sus creencias religiosas cuando le juró por Dios a Oscar nunca volver a sobrepasarse con ella, luego de que en su desesperación la besara a la fuerza y le arrancara parte de la blusa para posteriormente confesarle su amor.
En el manga, también hay varios momentos en los que Oscar y André expresan sus creencias religiosas como aquel en el que André le pregunta a Oscar si ya ha hecho la oración para antes de dormir a lo que ella responde que sí. Ryoko Ikeda se situó muy adecuadamente en el contexto religioso de la época como parte de la descripción de sus personajes.
Es posible que el personaje que mejor describa esta religiosidad en el anime sea el de María Antonieta. Recordemos que su madre, María Teresa de Austria, era una ferviente Católica en la realidad, y esto también se expresa en el anime cuando en algunas oportunidades le pide a la Virgen María su protección para su hija. María Antonieta, educada en esta religión, también demuestra su religiosidad, sobre todo en los momentos de desesperación por la grave enfermedad de su hijo. Particularmente, hay una escena que me parece una de las más desgarradoras de esta historia, y es aquella en la cual María Antonieta le pide perdón a Dios por sus pecados y antepone su amor de madre a su amor de mujer. Es un momento en el que, luego de estar con su hijo enfermo, María Antonieta corre hacia la capilla mientras que el príncipe heredero, con tan solo 7 años de edad, pedía ver a su padre entre los delirios de su grave enfermedad.
“María Antonieta: (se arrodilla frente a la imagen de Jesucristo) Dios, mi hijo pidió ver a Su Majestad. Aunque él pasa más tiempo conmigo cada día, pidió ayuda a Su Majestad antes que a mí.... (empieza a llorar..)Por favor, perdóname.... Por favor, perdóname por mis pecados.... (llora desconsoladamente) ... Si mi..... Si mi hijo está sufriendo este mal por culpa de mis pecados... ¡Te prometo que desde ahora nunca más volveré a ver a Fersen ! ¡Por eso! ¡Por eso, perdóname por favor!....”
María Antonieta llora de rodillas al pie de la cruz mientras Fersen la observa con el corazón destrozado, ya que entiende lo que ella siente con respecto a su relación sabiéndola incorrecta. Fersen se aleja mientras ella se queda sola con su gran dolor.
La escena de por si es desgarradora ya que describe claramente el dolor de una madre ante la grave enfermedad de su hijo desahuciado, y el dolor de un hombre que ama a una mujer, pero que no puede estar cerca de ella en uno de los peores momentos de su vida, y que sabe que representa en el corazón de ella un pecado por el que tiene que pedir perdón a Dios.
Entiendo que puedan haber opiniones diversas con respecto a María Antonieta, pero cuando reflexiono sobre ella pienso en una mujer desarraigada de su familia siendo una niña, que luego se convirtió en reina a los 19 años, que antepuso la maternidad a sus obligaciones como reina y que perdió a dos de sus hijos en los momentos más críticos de la monarquía que ella representaba, para posteriormente, durante su captura, ser separada de los dos únicos hijos que le quedaban hasta morir en una guillotina. Un destino realmente trágico que supera a la ficción.
Créditos por las imágenes y palabras de María Antonieta al anime “La Rosa de Versalles”
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